martes, 4 de julio de 2023

SIMULACIÓN DE INDIFERENCIA GALÁCTICA




Como siempre le han dicho que tenía la cabeza en la Luna, para evitar esa escisión corporal permanente, decidió hace tiempo mudarse allí. Pero como en clase de Física se aburría mortalmente y cultivaba campos de tulipanes y amapolas en los cuadernos, no calculó que la gravedad en el melancólico satélite iba a ser aproximadamente un sexto de la del planeta azul, y que le iba a ser difícil sujetar pensamientos, sentimientos y emociones nuevas. Los que llegaron con ella al espacio exterior —bien aislados por el kevlar— continúan adormecidos, moribundos o a punto de cruzar la frontera que separa la memoria de las tierras del olvido.

Sin embargo, los pensamientos/sentimientos recién nacidos la desconciertan. No se comportan conforme a ninguna lógica planetaria ni se rigen por ley alguna salvo por el caos y el dislate cósmicos. Escapan a su control filtrándose por juntas y respiraderos y se cuelan con total impunidad en el compartimento prohibido saltándose cualquier filtro que ella haya construido concienzudamente. Si intenta atraparlos y encerrarlos bajo llave, le muestran su fulgor imprudente e insensato elevado a la enésima potencia. La despiertan a cualquier hora de la madrugada para mostrarle paraísos a todas luces vedados, y la hacen tomar decisiones que, una vez despierta del todo, le parecen el colmo de la estupidez y la avergüenzan.

¿Qué le está pasando? ¿Por qué se desvía de la senda de la cordura autoimpuesta? ¿Por qué le taladra la cabeza aquella canción que nunca…? ¿Por qué le queman en los dedos palabras imposibles cuyo significado…? ¿Por qué vuelven a encabritarse los océanos de sus ojos?

Respira profundamente. No sabe contestar a ninguna de esas preguntas, o quizá es que la respuesta le da tanto miedo que es mejor obviarla hasta que se apague. Coge un nuevo libro de la estantería y comienza a hojearlo. Simulación de indiferencia galáctica. Guía para principiantes. Quizá tenga éxito…

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