domingo, 5 de noviembre de 2023

Astronauta insomne


Son las tres de la mañana en la constelación de Orión y Morfeo vuelve a jugar al despiste con el tic tac inmisericorde de un reloj parado. La astronauta da vueltas y más vueltas, pero no encuentra la postura sobre la cama de cristales rotos. Los soñadores galácticos reposan serenos en sus lechos de nube, ajenos al huracán que la destroza.

No puedes ser más estúpida, se repite en bucle para sus adentros. Por mucho que lo intenta, no logra deshacerse del frío y del miedo. Miles de preguntas sin respuesta le desfilan por la mente y la sacuden como pequeñas descargas eléctricas. Sus propias palabras la torturan con premeditación y alevosía. ¿Por qué? ¿Por qué no pudo retenerlas e impedir que nacieran?

Duele, joder, duele. Pensar que no va a volver. Duele el silencio cargado de verdades que se imagina. Y el tic tac inmisericorde del reloj parado le susurra cuál es la única forma de no morir. 

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