jueves, 11 de abril de 2024

CERCA



Está cerca. Lo nota. Ya lo percibe con cada célula de su cuerpo. Hace días que se lo susurran las fibras del alma. Cierra los ojos, aprieta los párpados tratando de no verlo, pero de poco sirve. Está cerca. Cada vez más. Siempre lo supo, pero olvidó nadar y guardar la ropa junto a sus propósitos de enmienda. Y ahora está cerca, cada vez más cerca.

En un insondable océano de silencio, sus garras la aguardan ansiosas para destrozarla y enviarla de nuevo a la casilla de salida. Para sajarle el pecho y arrancar las flores que nacieron sin permiso de nadie. Siente su aliento en la nuca. Frío y vacío. Lamenta no haber aprendido a rezar ni a coser. Hasta ahora nunca le hizo falta.

Siente como sus alas comienzan a perder el brillo de los que creen en la magia. Las cuerdas de la certeza la asfixian, le abren heridas en la piel dormida. Podría intentar luchar, pero no es nadie. Podría tratar de escapar, pero ignora cómo. El maldito tic tac de un reloj invisible la avisa de que el tiempo prestado se le agota y se desdibujan los contornos de un cielo donde nunca tuvo derecho a volar. El fantasma de las cuatro letras le muestra una sonrisa perversa y sus miedos comienzan a entonar el cántico que da color a las pesadillas. Solo una palabra, solo una, y por fin sabría si la diferencia entre estar viva o muerta era una cuestión de respiración. Está cerca, muy cerca, y en cualquier momento será verdad.

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